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. Normatividad de Obras |
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...Albañilería>Rellenos y Entortados
2.6.2. Enladrillado y Chaflanes2.6.2. 010 Enladrillado con Ladrillo de Barro Recocido 2.6.2. 020 Chaflanes A) MATERIALES:Ladrillo de barro recocido común de 2.5 x 13 x 26 cm, según muestra aprobada en obra por la DGOC, cemento, cal y arena.
El contratista entregará a la DGOC, muestras representativas del ladrillo con 15 días de anticipación a su uso. La DGOC inspeccionará el material suministrado y no se aceptarán piezas rotas, rajadas, que no tengan el grado de cocción requerido, con cualquier otra clase de irregularidad que pudiera afectar la calidad del ladrillo o que no esté dentro de las tolerancias. En caso de requerirse comprobar su calidad, el contratista deberá llevar a cabo las pruebas de laboratorio necesarias. Enladrillado Sobre el relleno y el entortado que se han especificado se colocará el enladrillado que deberá cumplir con las siguientes especificaciones: se usará ladrillo de barro recocido común en forma rectangular, con dimensiones homogéneas de 2.5 x 13 x 26 cm. El enladrillado será colocado en forma de petatillo con la cara áspera hacia arriba y la junta deberá tener como separación máxima 3 mm. La superficie final que deberá obtenerse en la azotea, será alabeada, es decir continua sin la existencia de aristas o lomos. Para lograr este tipo de superficie se tomarán las medidas necesarias desde la construcción del relleno, colocando el número suficiente de maestras o de referencias, para garantizar una superficie de tipo cónico y nunca de forma piramidal. El ladrillo será pegado directamente sobre el entortado, usando como mezcla un mortero cemento-cal hidratada-arena, en proporción de 1:1:6, con un espesor mínimo de 2 cm. Para la colocación del ladrillo se podrá usar como referencia un haz de hilos radiales, amarrando un extremo de cada hilo al centro de la bajada, y el otro extremo, en la cara interna de los pretiles sobre diferentes puntos de la línea formada por la intersección de la superficie del enladrillado y los pretiles. La separación entre los diversos puntos que se tomen sobre los pretiles no será mayor de 1 m. No se permitirá, por ningún motivo, la ruptura del enladrillado para la colocación de salidas de tuberías ó de ductos, por tanto será condición indispensable que antes de empezar la construcción del relleno, se tengan instaladas en su totalidad todas aquellas tuberías que atraviesan la losa de azotea. Chaflanes Una vez concluida la colocación de las charolas y del enladrillado, el cuál deberá terminarse 3 cm antes de llegar al pretil (ver fig. Nº 7, 8 y 9), se procederá a la construcción del chaflán que será mixto, de mezcla y pedacería de tabique de barro recocido, como se indica a continuación: Sobre el enladrillado se procederá a la construcción del chaflán mixto, que será elaborado con un mortero de cemento-cal hidratada-arena, en una proporción volumétrica 1:1:6. Las dimensiones de este chaflán serán aproximadamente de 10 cm por cateto, debiendo ajustar esta medida al ancho del ladrillo, el que previamente saturado de agua, será pegado al chaflán de mezcla, sin usar revoltura adicional, constituyendo la hipotenusa del chaflán. Previo a la construcción del chaflán, la superficie del pretil que quedará en contacto con éste será picada finamente e inmediatamente después se tallará con cepillo de alambre, quitando a la vez cualquier partícula suelta o floja. Acabado final Una vez construido el chaflán mixto, se procederá al junteo entre ladrillo y ladrillo en toda la superficie de azotea. Estas juntas se harán con una pasta cemento-cal en proporción volumétrica 1:3 y el agua suficiente para formar una pasta consistente que será retacada o “taconeada” en todas las juntas, estando saturado de agua el ladrillo. Posteriormente se dará un lechadeado general a toda la superficie, usando lechada de cemento-cal hidratada-agua, en igual proporción de cemento y cal, añadiendo agua suficiente para obtener una lechada muy fluida. Mediante un jalador de hule, la lechada se esparcirá por toda la superficie, cuidando de llenar las juntas entre ladrillo y ladrillo. Se dejará pasar un lapso prudente (una o más horas) hasta que la lechada que está en las juntas haya tenido su fraguado inicial, ésto podrá notarse por la presentación de pequeñas fisuras de las juntas que se encuentran todavía en estado pastoso y se procederá a “retacar o taconear” dichas fisuras. Finalmente se dará un escobillado con lechada de cemento-cal hidratada-arena cernida en proporción 1:1:6, pero espesa; esta lechada se verterá sobre el enladrillado y se barrerá con escoba, procurando que el sobrante se deposite en las juntas entre ladrillo y ladrillo. Por ningún motivo se permitirá que este escobillado forme costra, sino que su función será únicamente como sellador o tapaporo del ladrillo, por lo tanto se tendrá especial cuidado para impedir la acumulación de lechada, que al fraguar podría formar costras. Se dejará fraguar perfectamente el escobillado. Se efectuará una cuidadosa revisión de toda la azotea y donde se detecten fisuras éstas serán resanadas. Tolerancias: El ladrillo deberá ser totalmente plano y sus dimensiones, en largo y ancho, no deberán variar en más de 2 mm. No se aceptarán ladrillos con espesores menores a 2.5 cm. No se aceptarán piezas que no cumplan con el grado de cocción requerido. El contenido de arena del ladrillo no deberá exceder en volumen 20% del total. El ladrillo, si así lo considera la DGO y SG, se someterá a las siguientes pruebas de laboratorio: absorción, intemperismo acelerado, salinidad y compresión. En función de ello se autorizará la ejecución del enladrillado. C) MEDICIÓN PARA FINES DE PAGO: El enladrillado se mide por metro cuadrado, los chaflanes por metro lineal, ambos con aproximación al décimo. D) CARGOS QUE INCLUYEN LOS PRECIOS UNITARIOS: Los costos de todos los materiales, incluyendo desperdicios, puestos en el lugar de su uso como son: el ladrillo, cemento, cal y arena. El costo de la mano de obra necesaria para llevar a cabo dicho concepto de trabajo, incluye la colocación del mortero y del ladrillo, junteo, retacado, lechadeado y escobillado. La renta y demás cargos derivados del uso de equipo y herramienta, así como las obras de protección necesarias para la correcta ejecución de los trabajos. Todas las maniobras, acarreos y elevaciones de materiales, hasta el lugar de su colocación. En su caso las pruebas de laboratorio necesarias para verificar la calidad del ladrillo. Restitución parcial o total, por cuenta del contratista, del enladrillado y los chaflanes que no hayan sido correctamente ejecutados, conforme a proyecto y especificaciones. Limpieza de la zona de trabajo. Acarreo de los materiales sobrantes y desperdicios hasta el lugar de carga del camión. Todos los cargos indicados en el contrato de obras y que no se mencionen en estas especificaciones.
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